ABSTRACT 

Los wearables son dispositivos electrónicos que se pueden usar como vestimenta, accesorios o implantes corporales. Estos dispositivos pueden crear, analizar y reportar información sobre signos vitales y enviar y recibir estos datos a través de Internet. Pueden usarse en una variedad de alternativas para mejorar la atención médica y el bienestar en todo el mundo: pueden ayudar a monitorear los síntomas y diagnosticar enfermedades, lo que permite una prevención, mantenimiento de la salud y tratamiento de enfermedades más efectivos. 

Los wearables se están utilizando como una herramienta para aumentar la eficiencia y la accesibilidad de los sistemas de salud en todo el mundo, y se utilizan principalmente como dispositivos que pueden monitorear, registrar y analizar continuamente varios signos vitales y parámetros de la actividad física. Los wearables pueden complementar y facilitar la misión de las instituciones de salud, así como monitorear las actividades de los pacientes, permitiendo que los recursos (humanos y materiales) se utilicen en tareas más especializadas. 

Los wearables tienen muchos otros beneficios como ayudar a los usuarios con rutinas de ejercicio, a crear hábitos alimenticios saludables y bienestar en general. Diversos ejemplos y experimentos muestran que el uso de wearables es eficaz para prevenir o controlar enfermedades no transmisibles (también llamadas enfermedades crónicas), que tienden a ser de larga duración y son el resultado de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento; y enfermedades transmisibles, como la COVID-19. Un desafío importante para el Sistema Mexicano de Salud y, en particular para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), son las enfermedades no transmisibles (ENT) que en 2018 ocasionaron más muertes que enfermedades transmisibles. Además del creciente número de víctimas de las ENT, su tratamiento genera un gran impacto financiero en el sistema público de salud, así como impactos negativos indirectos en la economía debido a la pérdida de capital humano (muertes y pérdida de años de vida saludable). 

También se han explorado los wearables para combatir la reciente pandemia de COVID-19. Algunos dispositivos pueden mejorar la seguridad de las personas que tienen que estar en un lugar de trabajo físico, incluso con medidas de distanciamiento social y aislamiento físico. 

Una estrategia basada en el uso de wearables puede promover la actividad física y un monitoreo eficiente de las ENT. La adopción de wearables para monitorear las enfermedades de los pacientes y generar un historial médico disponible tanto para el médico tratante como para el paciente podría reducir considerablemente los tiempos de espera y las consultas médicas, permitiendo que los recursos humanos y económicos se asignen a otras actividades importantes de las instituciones de salud. 

La regulación mexicana sobre la interoperabilidad del registro electrónico, el software relacionado con la salud y el intercambio de información de salud es un paso importante hacia una estrategia basada en wearables. Sin embargo, la fragmentación del sistema nacional de salud es un gran desafío para su implementación efectiva. 4 

La brecha digital en México impacta negativamente a los pacientes y la infraestructura de salud pública, lo que podría abordarse con la implementación de una estrategia de facturación de datos inversa para cerrar esta brecha y garantizar un intercambio de información efectivo. 

En este sentido, para implementar una estrategia basada en wearables para el Sistema de Salud Mexicano, se hacen las siguientes recomendaciones: 

1. Incluir una estrategia gradual basada en wearables en el Plan Nacional de Salud que comprenda a actores públicos y privados relevantes y grupos de población objetivo que consideren la gestión de riesgos y los análisis de costo-beneficio. 

2. Centrarse en el uso de wearables para prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, las que tienen mayores costos para el sistema de salud. 

3. Promover el cumplimiento efectivo de la normativa de interoperabilidad tanto en los sistemas públicos como privados. 

4. Considerar experiencias previas locales y privadas para mejorar las regulaciones de interoperabilidad existentes. 

5. Revisar y actualizar las regulaciones destinadas a garantizar la calidad de los datos de salud y el software relacionado con la salud contenidos en los wearables (por ejemplo, promover la creación de entornos de prueba regulatorios de wearables). 

6. Implementar una estrategia de cobro revertido de datos centrada en el suministro gratuito de datos a hogares de menores ingresos y usuarios de prepago. 

7. Promover incentivos fiscales para reducir las barreras de adquisición de wearables y promover el desarrollo de software (aplicaciones) asociado. 

8. Implementar un sistema basado en teléfonos inteligentes para que los usuarios y el personal de salud visualicen y analicen los datos considerando los patrones de adopción de estos dispositivos. 

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