La crisis sanitaria causada por la pandemia ha puesto en evidencia la importancia de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), no sólo por el papel que juegan en la prestación de servicios y en la productividad, sino también por su papel en la garantía de otros derechos fundamentales como la salud y la educación.
Dadas sus características de portabilidad, procesamiento, memoria, entre otras, los teléfonos inteligentes (o Smartphones) se han convertido en las principales terminales de acceso a internet, haciendo de estos dispositivos un elemento fundamental para la conectividad y la apropiación de sus beneficios.
De acuerdo con The CIU, ya únicamente 8% de las líneas móviles en manos de los mexicanos siguen sin estar asociadas a un Smartphone y con una tendencia decreciente. Por su parte, la ENDUTIH (Encuesta Nacional de sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares) 2020, al explorar a las personas que no cuentan con este tipo de terminales, detectó que casi 40% se lo atribuye a la falta de recursos económicos.
En este sentido, el peso del gasto en Smartphones en los ingresos de los hogares representa un elemento crucial para explicar la brecha de adopción entre los más pobres y los más ricos.
Brecha de gasto
De acuerdo con información de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2020, los hogares ubicados en el decil de ingreso más rico, gastan cinco veces más que los del decil más pobre. Este fenómeno es de esperarse en una economía con elevados niveles de desigualdad. Sin embargo, el problema principal radica en que esta inversión resulta más limitante para los hogares más con mayores carencias.
En la figura a continuación se observa el gasto de los hogares en teléfonos móviles (1) según el decil de ingreso corriente al que pertenecen. Claramente, en los primeros deciles (los de menor ingreso), los hogares gastan un mayor porcentaje de su ingreso, siendo este un factor de exclusión o acceso limitado a las TIC por parte de la población económicamente más vulnerable.
Gasto de los hogares en teléfonos móviles (% del ingreso, por decil)
En el ámbito nacional, los hogares invierten, en promedio, el equivalente a 7.2% de sus ingresos en los dispositivos móviles de interés. Sin embargo, los tres primeros deciles lo hacen en una proporción por encima de la media nacional.
En particular, los hogares del decil I (el de menor ingreso) invierte 13.5% de su ingreso en lo asociado a teléfonos inteligentes mientras que los del decil más alto (el de mayor ingreso), 4.4%.
En otras palabras, la proporción del gasto en Smartphones del decil más pobre es tres veces mayor que la de los hogares en el decil más rico.
Desigualdad histórica
Si se observa la figura siguiente se puede notar que, en 2010, la diferencia entre la proporción de gasto en terminales inteligentes del decil I era 4.6 veces mayor a la del decil X. No obstante, en 2018, este diferencial se redujo a 1.7 veces.
Parecía que la brecha se encontraba en la senda del estrechamiento, sin embargo, entre 2018 y 2020, la brecha aumentó a 3.06 veces.
De hecho, de 2010 a 2018, los porcentajes de gasto en Smartphones de todos los deciles disminuyeron; esto favoreció sobre todo a los deciles I y II con una disminución del 48% y 66%, respectivamente. De seguir esta tendencia, la brecha de proporción del gasto entre el decil más rico y el más pobre habría desaparecido.
No obstante, no sucedió así. En 2020 se registró un repunte del porcentaje de gasto sobre el ingreso para todos los deciles, excepto el decil X, lo cual afectó, sobre todo, a los deciles I y II con un aumento del 38% y 62% respectivamente.
Comparativo del gasto de los hogares en teléfonos móviles en el tiempo (% del ingreso, por decil)
Un primer aspecto que ayudaría a explicar el fenómeno descrito es la evolución de los precios de los servicios de telefonía. Se podría pensar que un menor nivel en los precios de dichos servicios reduciría la carga del gasto de los hogares más pobres. La gráfica siguiente se muestra la evolución del Índice de Precios del Consumidor para servicios de telefonía móvil, en la cual se observa que, en la última década, los precios disminuyeron y, a la postre, se estabilizaron. Este fenómeno se explica en gran medida se explica por la reforma al sector de telecomunicaciones en 2013, la caída de los precios de interconexión, así como la introducción de paquetes de servicios (voz y datos) y la participación de nuevos oferentes en el mercado. Incluso, la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) afirma que entre 2013 y 2019, una muestra de precios de servicios de datos móviles en diversos países disminuyó a una tasa anual promedio de 7% (2). |
IPC servicio de telefonía móvil Índice mensual, julio 2018 = 100
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